Descripción
El imperio de Maximiliano y Carlota en México es controvertido: unos creen que fueron unos advenedizos que llegaron al país para ocupar un trono que no les correspondía; otros sostienen que fueron benévolos, e incluso más liberales que el propio Benito Juárez. La discusión –una de las más acaloradas entre los apasionados de la historia– sigue y seguirá, porque estos dos personajes son fascinantes; fueron unos príncipes que abandonaron su espléndido castillo en las costas del mar Adriático, para venir a México, una tierra donde él perdería la vida y ella dejaría la razón.
n
nPor si fuera poco, a su alrededor estuvieron Napoleón III, el rey de Francia, queriendo que México fuera su Estado títere; el papa y el clero mexicano buscando desmantelar las impías Leyes de Reforma, y los políticos conservadores, que, en su afán de preservar los privilegios heredados desde la Colonia, buscaban una monarquía como forma de gobierno. En medio de toda esta maraña estaban Maximiliano y Carlota, cuya historia –un episodio singular de la historia patria contaremos en estas páginas.